La Plaza de las Eras constituye el centro neurálgico del municipio. Se trata de una amplia plaza en torno a la que discurre, en gran medida, la vida social y comercial de Piornal.

Lo que más llama la atención de la plaza de las Eras es la enorme fuente situada en el centro de la misma: “la fuente de las Eras” o “la fuente de los lobos”. Esta significativa fuente sustituyó, en los años 80, a otra más antigua y más pequeña en la que estaban representados varios lobos de granito y contaba con un gran pilón y que ahora puede disfrutarse en la rotonda de la circunvalación de la localidad.

La fuente de las Eras, de forma redondeada, está fabricada en granito y tiene varios pisos. Llama especialmente la atención la parte baja de la fontana en la que se pueden observar cuatro lobos también de granito. La fuente se va estrechando a medida que va ascendiendo a los pisos superiores y culmina en la figura de San Roque, patrón de Piornal.

No fortuitamente se ha querido representar la figura del lobo tanto en esta fuente más moderna como en la más antigua a la que sustituyó. El lobo es, sin duda alguna, un icono de Piornal, ya que hasta los años 60 del siglo pasado ha abundado en las sierras piornalegas, constituyendo una temeridad para los vecinos del pueblo y, sobre todo, para sus ganados. La ubicación de Piornal y su dedicación ganadera hicieron de este predador un enemigo natural con el que había que aprender a convivir. Los piornalegos todavía recuerdan sucesos de ataques de lobos a sus ganados, los aullidos de los lobos por la noche e, incluso, existen leyendas y romances que tienen a este temido animal como protagonista.

Resaltemos la leyenda de “la Cruz del Torrisquillo”, que narra el desafortunado encuentro que un mozo piornalego tuvo con los lobos cuando bajaba al vecino pueblo de Cabrero a ver a su novia, acabando devorado por las fieras y, así, en su honor, se colocó una gran cruz de piedra en el lugar donde se encontraron sus restos: “la Cruz del Torrisquillo”, que se puede visitar a las afueras de Piornal.

El romance de “la loba parda” es una destacada copla, así llamamos a los romances en Piornal, dentro del amplio romancero piornalego, considerado como un referente dentro del folclore extremeño.

Los medios empleados para defenderse de los lobos eran numerosos. Los cabreros llevaban garrotes reforzados en la punta y siempre iban escoltados por sus perros que portaban en el cuello fuertes carlancas, collares con pinchos, protectoras. Se organizaban batidas por los vecinos del pueblo, batidas denominadas “ir a los lobos” que, si resultaban fructíferas, eran celebradas por todo el pueblo. Se construyó, además, una zanja muy profunda en la que se metía carne como cebo y, así, los lobos caían en la trampa y podían ser capturados. Se trata de “la Trampa de los Lobos”, que aún puede visitarse hoy día.

Hoy día, en la Plaza de las Eras se llevan a cabo representaciones de todo tipo, tales como las verbenas y demás actuaciones en las fiestas patronales de agosto, tiempo en el que la fuente se engalana con los chorros de agua y las luces de colores para el disfrute de vecinos y visitantes.