La antigua iglesia de San Juan Bautista de Piornal, que databa de 1254, de estilo gótico, se derribó en 1966 por su estado ruinoso. La actual se comenzó a construir ese mismo año. Tan solo se respetó la Torre del campanario, de la época medieval, la más antigua del Valle del Jerte y que puede datar, en sus partes más primitivas, del siglo XIV.

De la antigua iglesia cabe destacar los dos altares de azulejería talaverana que adornaban los dos frentes del templo y flanqueaban el apuntado arco triunfal de entrada a la capilla mayor, y que estaban considerados como auténticas joyas del arte. Ambos retablos piornalegos estaban constituidos por un gran cuadro central y remataban en frontones triangulares adornados con bolas en sus ángulos, apoyadas en pequeños y moldurados pies y rameadas las correspondientes al del Evangelio. Cuando la iglesia se derribó desaparecieron, no se sabe ciertamente qué pasó con ellos, pero creemos que fueron llevados a otras iglesias.

Antiguamente, el cementerio municipal se encontraba situado junto a la iglesia, y era en él donde se enterraba a los difuntos no solo piornalegos, sino también del vecino pueblo de Cabrero, núcleo que, por aquel entonces, dependía de Piornal. El cortejo fúnebre partía desde Cabrero hasta la Cruz del Torrisquillo, donde el párroco esperaba su llegada para, tras rezar las primeras oraciones allí, caminar juntos hasta el camposanto.