• Autor: Jesús Ramos (Piornal)
• @jesusramos.art
• Fecha de realización: Septiembre 2018
• Proyecto / Festival Dinamo, Generador de Arte

Cuenta la leyenda que, Isabel de Carvajal, una joven de una familia acomodada de Garganta la Olla (La Vera), tras sufrir un fuerte desengaño amoroso, escapó al monte, huyendo de los hombres que tanto daño le habían causado: el que fuera su novio y su autoritario padre.

En el monte aprendió a sobrevivir, cazando animales con lanzas y hondas y, atacando a serranos y pastores a los que, después de yacer con ellos, mataba despiadadamente como si de una fiera se tratara.

Un día, tras engañar a un serranito que era más astuto que los demás, una vez en la cueva, le mandó cerrar la puerta pero éste la dejó medio abierta, lo que le permitió, una vez que la Serrana se había dormido, escapar.

Cuando la Serrana se despertó y vio que el serrano había huido, al no poder alcanzarle, solamente le pidió una cosa: que no desvelara dónde se hallaba su cueva.

El serrano, muy lejos de cumplir su rogativa, avisó en el pueblo lo que le había ocurrido y todos, armados, fueron en busca de la cueva y de la Serrana. Cuando llegaron, a la puerta de la cueva, La Serrana les esperaba para decirles que no permitiría que un hombre la hiciese más daño, matándose ella con unas tijeras.

Con este mural, el autor ha querido representar la Leyenda de la Serrana de la Vera pero desde un punto de vista crítico, resaltando el papel de una mujer fuerte e independiente frente a un hombre machista y autoritario. Una reivindicación, pues, por la igualdad de género y por la libertad de la mujer.

Jesús Ramos, a través de los colores neutros y oscuros y los símbolos macabros, ha querido reflejar en su obra el fondo de esta tétrica historia a la vez que, con la mirada penetrante de la figura en la que se centra todo el mural que la mires desde donde la mires siempre te está desafiando, retándote, reivindicando su papel de mujer autosuficiente y luchadora ante una sociedad machista y autoritaria.

Las calaveras pintadas en el mural representan a los hombres que mataba La Serrana, y cuyos cráneos utilizaba como recipiente para beber, de hecho, así lo refleja el romance:

“Bebe, bebe serranito

agua de esta calavera,

que puede ser que algún día

de la tuya también beban.”

En cuanto a las cruces, hacen referencia a las lanzas con las que la cazaba para sobrevivir.